Dos amigos, Cristóbal y Ángel, se encuentran y hacen el siguiente comentario:
---Ángel: ¡Vaya faena!, el otro día, cuando me estaba duchando el calentador dejó de funcionar y eso que la bombona era nueva.
---Cristóbal: Pues entonces está claro, seguramente es que los tubos del calentador están obstruidos por la cal del agua o están oxidados. A mi me ocurrió esto y llamé al plomero.
Lo que hizo fue coger agua fuerte (HCl concentrado), la echó en los tubos del calentador y así los destascó.
La alta concentración del producto unida a su característica de ácido fuerte, disuelve la cal o el óxido de hierro y en este último caso se forma un líquido amarillo que es cloruro férrico (también un compuesto iónico)
---Ángel: Entonces ya entiendo lo que pasó; además, me doy cuenta de lo peligrosa que es el agua fuerte porque el otro día en casa se derramó un poco en la encimera de la cocina, que es de mármol, y se "comió", y cuando intenté limpiarlo sentí un gran picor en la mano que desapareció al echarle agua.
Cristóbal no supo responder a Ángel pero la razón es que:
El agua fuerte se comió el mármol porque reaccionó con el carbonato de calcio que lo forma produciéndose ácido carbónico que se descompone en dióxido de carbono y agua, y se desmorona.
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