Es debido al empobrecimiento de oxígeno en la sangre ya que su presión parcial en la atmósfera disminuye con la altura, por ello se disuelve menos en la sangre y no se fija bién a la hemoglobina.Si a esto se añade el consumo de oxígeno que conlleva el esfuerzo muscular, es lógico que dicho fenómeno se presente a más altura en los escaladores que en los aviadores, en los cuales también se da, si no llevan cabina hermética, como ocurría con los pilotos de la Primera Guerra Mundial.
Se caracteriza la enfermedad por náuseas, vómitos, sensación de fatiga, taquicardia y dificultad respiratoria.